Una melodía hueca y aguda resonó en ese sótano vacío.
La intención era que tuviera un tono brillante y alegre, pero en vez de eso terminó saliendo bastante solitario. Aunque le sorprendió que lograra tocar la melodía hasta el final, aunque fuera un poco pobre, no había nadie que la felicitara ni que tocara a su lado.
Al día siguiente no había ni una nube en el cielo.
Sin nada que lo impidiera, el sol invernal iluminó la ciudad cubierta de nieve. Podía sentir el calor a través de la ventana de su habitación, parecía que el final del invierno estaba a la vuelta de la esquina.
Después de que los cinco jóvenes músicos fueron liberados y se separaron, ella todavía no recordaba haber dicho nada en ese entonces. Nicole estaba preocupada, pero ni siquiera podía reunir la fuerza de voluntad para asegurarle que estaba bien.