Durante la fiesta de esa noche en el palacio real, donde se habían reunido numerosos jóvenes nobles, se entregó un informe de emergencia de que el compromiso de Raquel había sido repentinamente abandonado por el Príncipe.
En una situación que era casi imposible de entender, la casa del Duque había descendido a un estado de caos, y mientras todos se dirigían al Duque en busca de respuestas... él corría a tratar de obtener información de sus vasallos para tratar de comprender la situación por sí mismo.
Cuando Sykes regresó de la prisión, encontró a Elliot coqueteando con Miss Margaret... pero la situación pronto iba a cambiar (deteriorarse).
“…….!!”
Cuando vio el estado de la mazmorra, Elliot se quedó sin palabras. Sykes, que se suponía que estaba preparado para la extrañeza de esta situación, también se quedó sin palabras. Esta prisión era un lugar completamente diferente al de hace 30 minutos.
La mujer noble retiene firmemente una canasta en la prisión.
*CLACK* CLACK El sonido de las botas bajando por los escalones de piedra resonó en el aire, y el guardia encargado de vigilar la mazmorra levantó la cara. Con una antorcha en una mano, un joven fantasmagórico tiraba de una cuerda atada a una chica que caminaba detrás de él.
En medio de un lujoso salón de banquetes había un joven guapo, de pelo largo y rubio que le llegaba hasta los hombros. Era el príncipe Elliot, el hijo mayor del Rey. Y a su espalda había una encantadora joven con el cabello peinado con colas gemelas rojas ardientes.
Rachel, la hija del duque, fue acusada de crímenes de los que nunca había oído hablar por el príncipe heredero Elliot y encarcelados en la mazmorra del palacio. ¿Era este un complot tramado por uno de sus rivales o una conspiración formada por enemigos políticos de su familia ...? Rachel, sin embargo, solo tenía una cosa en mente ... "¡Hurra por la prisión! ¡Una vida lenta, interminable y lenta! ¡No más de esa miserable educación real o esos criados sofocantes para mí, es hora de unas vacaciones!" ¡Rachel, que estaba lista y preparada para irse, disfrutará de sus días de ocio hostigando al Príncipe desde su celda de prisión! Su vida liberadora y placentera (lenta) en prisión está por comenzar.